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martes, 10 de julio de 2018
Una verdadera inmersión en el mundo de Hugo Pratt
Un maestro del cómic y la vida: Hugo Pratt
En La Imprenta CG nos encantan los cómics. No solo imprimirlos, sino también leerlos, por eso hoy nos acercamos a la figura de uno de los grandes maestros del cómic: Hugo Pratt.
Es prácticamente imposible resumir su vida y obra en pocas líneas pero intentaremos que, al menos, os pique la curiosidad y os sumerjáis en el rico universo de Pratt. No lo lamentaréis.
Hugo Pratt, un fabulador de cómics
La biografía de Hugo Pratt es tan increíble como sus propias criaturas. Aventurero, romántico, atraído por lo esotérico y con un ansia infinita por conocer y disfrutar; la vida de este ilustre veneciano se confunde especialmente con su gran creación: Corto Maltés.
Nacido en Venecia, Pratt eleva casi a la categoría de leyenda sus propios orígenes. Su abuelo paterno Joseph Pratt, de ascendencia católica, nació en Lyon aunque contaba con pasaporte británico. En su juventud se trasladó a Venecia, donde se casó con una veneciana sefardí, proveniente de la familia Toledano.
La rama materna de la familia de Hugo Pratt estaba formada por comerciantes venecianos, también sefardíes, pero convertidos al cristianismo.
Es importante resaltar esta mezcolanza de creencias y mitos, pues cala profundamente en Hugo Pratt. No tanto por el aspecto moralista de la religión, como por su patente fascinación por lo litúrgico, lo romántico y arcano del culto. En Fábula en Venecia de Corto Maltés se pueden apreciar todas estas influencias.
En 1937, la familia Pratt se muda a Etiopía (entonces colonia de Italia). La vida en África marca el carácter del joven Hugo y en su obra posterior se aprecia el profundo amor que le inspira el continente, que aparece casi como un protagonista más en Las etiópicas o la serie de Los escorpiones del desierto.
Tras la Segunda Guerra Mundial durante la cual -entre otras labores peculiares- trabajó como intérprete para el ejército aliado, Pratt se une al Grupo Venecia que aglutinaba a varios historietistas italianos con los que creó la revista Asso di Picche.
El tango de Hugo Pratt
Durante los años 50, Hugo Pratt desembarca en Argentina, donde desarrolla una importante labor como dibujante y editor de cómics. Pero, sin duda, es su encuentro con Héctor Germán Oesterheld lo que marca un punto de inflexión en su trayectoria. Con él dibujó Sargento Kirk, Ticonderoga y Ernie Pike, alcanzando la madurez artística.
Como siempre, Hugo Pratt utiliza su propia vida como inspiración para sus cómics y sus años en Argentina aparecen en títulos comoGauchooTangode Corto Maltés.
Una pareja inseparable: Hugo Pratt y Corto Maltés
Tras vivir en Inglaterra un par de años, Pratt regresa a Italia en 1962. Allí trabaja en la revista ilustrada juvenil Il Corriere dei Piccoli.
En 1967 comienza las aventuras de Corto Maltés, su obra maestra. Con Corto, se diluyen los límites de la historieta como entretenimiento puramente infantil, para alcanzar a un público adulto y culto. Lleno de referencias literarias y filosóficas, sin renunciar a la aventura pura, Corto Maltés es uno de los personajes más reconocibles de la cultura popular. (Aquí podéis leer la biografía de Corto Maltés escrita por Umberto Eco)
Esta serie de cómics, que narran las aventuras de un aventurero hijo de una gitana de Gibraltar (y del que es imposible no enamorarse) convirtieron a Pratt en un personaje célebre y muy querido en todo el mundo, reconociendo la importancia de la figura del autor en el cómic.
En los años 70 se muda a Suiza, donde vivió hasta su muerte en 1995. Quién sabe si para justificar una elección de residencia tan apacible, Hugo Pratt creó una serie de aventuras para Corto, Las Helvéticas, llenas de misticismo, referencias literarias y mensajes ocultos. Quizás para los que piensan que Suiza es sólo el país del chocolate, los relojes de cuco y los maletines.
El deseo de ser inútil y otros cuentos
Si queréis saber más sobre Hugo Pratt os recomendamos no sólo su extensa obra en cómics e historietas; sino también sus fantásticas memorias.
Divididas en dos volúmenes, El deseodeser inútily A la sombra de Corto; con entrevistas-charlas con el periodista francés Dominique Petitfaux, son totalmente fascinantes. Y es que con Hugo Pratt se cumple el tópico de que la realidad supera a la ficción.
Orígenes
Hugo Pratt siempre estuvo muy interesado por sus orígenes familiares. Él mismo recordaba que:
Los antepasados de su abuelo paterno Joseph Pratt se habían instalado en Cornualles procedentes de Francia en tiempos de la conquista normanda de Inglaterra. Alrededor de 1700 volvieron a Francia como consecuencia de la llamada Revolución Gloriosa, ya que eran católicos.2 Joseph, que era pariente de Boris Karloff, nació y estudió en Lyon, trasladándose posteriormente a Venecia, aunque nunca renunció a su nacionalidad inglesa.
Su abuela paterna era una veneciana sefardí, procedente de la familia Toledano.
Los Gennaro, su familia materna, eran comerciantes venecianos también de origen sefardita, aunque convertidos al cristianismo.2 Su abuelo materno fue incluso uno de los fundadores del fascismo veneciano.2
Infancia y juventud
Vista de Harrar.
El propio Hugo Pratt nació en una aldea cercana a Rímini, pero él se consideraba veneciano, por ser Venecia la ciudad en la que se crio. Sin embargo, posteriormente viajaría por todo el globo. Ya en 1937 su familia se trasladó a Etiopía, luego de la ocupación por parte de la Italia de Mussolini, donde su padre trabajaba en una oficina dedicada a la producción de carreteras. Cuando estalló la guerra, su padre lo alistó en un batallón de defensa nacional. En 1943, su madre y él fueron evacuados de Etiopía, pero su padre fue capturado por los franceses en Harrar, falleciendo en 1944 de cáncer de hígado en un campo de prisioneros.
Tras la guerra, Pratt asistió a la escuela militar en Città di Castello. Gracias a su dominio de la lengua inglesa en 1944 se convirtió en intérprete para el ejército aliado. Al año siguiente se unió al autodenominado Grupo Venecia y, con personalidades del mundo de la historieta como Alberto Ongaro, Dino Battaglia y Mario Faustinelli, creó la revista Asso di Picche.
Tres mujeres fueron importantes en este período de la vida de Pratt: la yugoslava Gucky Wogerer, con la que se casó en Venecia en 1953 y con la que tuvo dos hijos (Lucas y Marina); Gisela Dester, que fue su asistente y después su compañera, y Anna Frogner, con la que tuvo otros dos hijos, Silvina y Jonás. Ninguno de sus hijos acabaría dedicándose al cómic: Lucas trabajó en la inseminación de vacas en la Argentina y Jonás era matemático.2
Entre 1959 y 1960 se mudó a Inglaterra, donde publicó para Fleetway Publications, mientras asistía a clases en la Real Academia de Acuarela.
Regreso a Italia
Como la Argentina estaba atravesando un difícil momento económicamente, Pratt volvió a Italia en 1962. Allí trabajó en la revista infantil Il Corriere dei Piccoli. En 1967 comenzó Corto Maltés, que trata sobre las aventuras de un pirata romántico y, a su manera, encantadoramente caballeroso, el cual daría posteriormente la fama a su creador. El éxito de Corto se extendió desde Francia, donde eran editados por Publicness,2 hacia Italia y, poco a poco, otros países. En total realizó 29 historias sobre este personaje.
En 1970 y 1973, Pratt volvería a Etiopía, encontrando en la primera ocasión la tumba de su padre en Harrar.
Pratt en 1989
A partir de los setenta, Pratt llegó a convertirse en una personalidad tan famosa que se realizaron multitud de reportajes televisivos sobre su persona y su obra. Alberto Ongaro lo convirtió en el héroe de una de sus novelas y Milo Manara lo retrató como uno de los protagonistas de su serie H.P. y Giuseppe Bergman. Precisamente, con este último a los dibujos realizaría dos álbumes: Verano indio (1983) y El gaucho(1991).
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